jueves, 11 de junio de 2009

CONCLUSIONES


Del proceso que tuvo el trabajo desde la primera etapa se desprende la relación que tiene o que no tiene mejor dicho, el edificio con su contexto urbano inmediato. Los edificios funcionan de manera tan independiente que pierden casi por completo el dialogo tanto entre sí como con su entorno. Son tan complejos cada uno, que no existe una necesidad de dependencia evidente. El espacio común era pensado como un patio de convivencia entre los habitantes de ambos bloques, un espacio que estaba además, conectado con el barrio. Tal vez se trató de un proceso natural que cada uno funcionara con su propia administración y se tomara la decisión de enrejar ambos. Sin embargo, actualmente es el patio trasero que funciona incluso como estacionamiento. Las mismas prioridades de los arquitectos confluyen con lo anterior. El completo interés por resolver el problema del departamento, deja –tal vez de manera des intencionada- el tema del espacio público. Actualmente es evidente el deterioro de los paños que rematan la avenida y los contiguos al Hipódromo. Además del no-diálogo con el contexto inmediato, entre ellos se ha cortado la relación que era la base del éxito del proyecto. El espacio unificado, idealizado, utópico, es hoy cruzado en su mitad por una reja.




FOTOMONTAJE UTÓPICOFOTOMONTAJE "SITUACION REAL"

Es importante recoger, que lo “semi”, no se aplica para todas las operaciones que los arquitectos realizaron; más bien define las observaciones bajo este concepto, como podría plantearse desde cualquier otro. A nosotros, como investigadores, nos ayudó para simplificar la complejidad que tiene la obra en todo sentido; formal, habitacional u organización del espacio interior, etc.

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